Modelo de los Cinco Grandes

En los últimos años se ha acumulado un conjunto impresionante de resultados de investigaciones que sugieren la existencia de cinco dimensiones básicas que subyacen a todas las demás y agrupan la mayor parte de la variación de la personalidad humana. Los Cinco Grandes factores son los siguientes:

1) Extroversión: Esta dimensión captura el nivel de confort con las relaciones que se tiene. Los extrovertidos tienden a ser gregarios, asertivos y sociables. Los introvertidos, a ser reservados, tímidos y callados.

2) Adaptabilidad: Esta dimensión se refiere a la propensión de un individuo para aceptar los puntos de vista de otros. Las personas muy adaptables son cooperativas, cálidas y confiables. La gente con baja calificación en adaptabilidad es fría, inconforme y antagonista.

3) Meticulosidad: Esta dimensión es una mediad de la confiabilidad. Una persona muy meticulosa es responsable, organizada, confiable y persistente. Aquellos con baja calificación en esta dimensión se distraen con facilidad, son desorganizados y poco confiables.

4) Estabilidad emocional: (es frecuente que se denote por su inversa, la neurosis). Esta dimensión describe la aptitud de una persona para manejar la tensión. Las personas con calificaciones muy negativas tienden a ser nerviosas, ansiosas, depresivas e inseguras.

5) Apertura a las experiencias: la dimensión final aborda el rango y la fascinación de alguien con lo nuevo. La gente abierta en extremo es creativa, curiosa y con sensibilidad artística. Aquellos en el otro extremo de esta categoría son convencionales y se sienten cómodos con lo que les resulta familiar.

Las investigaciones sobre los Cinco Grandes también han hallado relaciones entre esas dimensiones de la personalidad y el desempeño en el trabajo. Como dijeron los autores de la revisión más citada:

“La preponderancia de la evidencias muestra que los individuos de los que se puede depender son confiables, cuidadosos, meticulosos, capaces de planear, organizados, trabajadores, persistentes y orientados al logro, tienden a tener mejor desempeño en la mayoría o todas las ocupaciones”.

Además los empleados que obtienen calificaciones altas en meticulosidad desarrollan niveles altos de conocimiento de su trabajo, tal vez porque la gente muy meticulosa dedica mucho esfuerzo a su trabajo. Entonces, los niveles elevados de conocimiento del trabajo contribuyen a que haya buen desempeño en el trabajo. Aunque la meticulosidad es la característica que se relaciona con más consistencia con el desempeño en el trabajo, las otras se relacionan  con más consistencia con el desempeño en el trabajo, las otras se relacionan con aspectos de este en ciertas situaciones. Es interesante que los individuos meticulosos vivan más debido a que tienden a cuidarse mejor (comen mejor y se ejercitan más) y adoptan menos comportamientos de riesgo (fumar, beber, consumir drogas, tener relaciones sexuales de riesgo o conducir en forma arriesgada). No obstante, la meticulosidad tiene sus lados negativos. Parece que las personas meticulosas, tal vez debido a que son muy organizadas y estructuradas, no se adaptan bien a contextos cambiantes. La gente meticulosa por lo general está orientada al desempeño. Tienen más problemas que los individuos menos meticulosos para aprender aptitudes complejas con rapidez, debido a que se centran en hacerlo bien en lugar de solo aprender. Por último, la gente meticulosa con frecuencia es menos creativa, en especial en cuestiones artísticas.

Los Cinco Grandes rasgos tienen también otras implicaciones para el trabajo y la vida. Los individuos que obtienen calificaciones altas en estabilidad emocional, son más felices que los que tienen calificaciones bajas. De los Cinco Grades, la estabilidad emocional es la que se relaciona con mayor intensidad con la satisfacción en la vida, en el trabajo y con niveles bajos de tensión. Es probable que esto ocurra debido a que dichas personas son más positivas y optimistas en su forma de pensar y experimentan menos emociones negativas. Las personas con poca estabilidad emocional son híper vigilantes (buscan los problemas o las señales de peligro inminente), y las altas calificaciones en estabilidad emocional se asocian con menos problemas de salud. Algo bueno para la estabilidad emocional baja: cuando están de mal humor, dichas personas toman decisiones rápidas y mejores que las que tienen buena estabilidad emocional.

En comparación con los introvertidos, las personas extrovertidas tienden a ser más felices en sus trabajos y en sus vidas en general. Experimentan emociones más positivas que los introvertidos y expresan sus sentimientos con más libertad. También tienden a desempeñarse mejor en trabajos que requieren interacción significativa con otras personas, quizá debido a que tienen más aptitudes sociales, es usual que tengan más amigos y dediquen más tiempo a las situaciones que quienes son introvertidos. Por último, la extroversión predice relativamente bien el surgimiento del liderazgo en los grupos; los extrovertidos son más dominantes en lo social, “se hacen cargo” de las personas y por lo general son más asertivos que los introvertidos. Pero también pueden ser más impulsivos, como lo pone en evidencia el hecho de que es más probable que los individuos extrovertidos falten al trabajo y tengan comportamientos arriesgados como el sexo sin protección, beber y otras acciones impulsivas o en busca de emociones.

Los individuos con calificación elevada en apertura a las experiencias son más creativos en ciencias y artes que los que tienen baja calificación. Como la creatividad es importante para el liderazgo, es más probable que las personas abiertas sean líderes eficaces. Asimismo, los individuos abiertos se hayan más cómodos con la ambigüedad y el cambio que otros con menor calificación en dicha característica. Como resultado, las personas abiertas se desempeñan mejor ante el cambio organizacional y son más adaptables en contextos cambiantes.

Quizá espere  que la gente adaptable sea más feliz que la apática, y lo es; pero solo muy poco más. Cuando las personas buscan compañeros de romance, amigos o miembros de equipos organizacionales, los individuos adaptables por lo general son su primera elección. Así, los individuos adaptables son más aceptados que los desagradables, lo que explica porque tienden  a desempeñarse mejor en trabajos  orientados a lo interpersonal como el servicio a clientes. Las personas adaptables también son más cumplidas y respetuosas de las reglas. Los niños adaptables se desenvuelven mejor en la escuela  y como adultos es menos probable que consuman drogas o beban en exceso. Así, es poco probable que los individuos adaptables caigan en un comportamiento organizacional desviado. Una desventaja de la adaptabilidad es que se asocia con menores niveles de éxito en la carrera (en especial con los ingresos). Esto quizá se deba a que las personas adaptables son malas negociadoras; están tan preocupadas por agradar a otros que con frecuencia no negocian tanto para sí mismas como lo hacen las demás.





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